Por Ericka Yataco Gonzáles.
Bajo la luz tenue de una luna llena, caminaban entre las sombras de la cuidad de los muertos, el miedo se apoderaba de los presentes y se escuchaba una voz que hablaba sobre historias tenebrosas, rompiendo aquel silencio sepulcral. Sus nichos y hermosas tumbas de mármol encierran más de doscientos años de historia y sus huéspedes, personajes importantes de la Lima antigua yacen ahí descansando de su gloria.
Al caer las siete de la noche, ya todos esperaban con ansías a las afueras del cementerio más antiguo de Lima, todos con nerviosismo, se unía en grupos grandes para sentirse protegidos. El guía empezó a dar pautas. Al caminar entre los hermosos mausoleos de mármol, se percibía una belleza rara, como un paraíso, pero de otra dimensión, sus elegantes tumbas juegan perfectamente con la atmosfera de la muerte.
Así es el Museo cementerio Presbítero Maestro, lugar que encierra misterios, cultura y a personajes tan importantes de nuestra historia como Ricardo Palma, José Carlos Mariátegui, Rosa Merino, Manuel Gonzales Prada entre otros. Para mantener toda su belleza arquitectónica y cultural se creó uno de los atractivos de Lima, el tour “Noches de luna llena”. Gracias a querer mejorar y conservar el cementerio, la Beneficencia de Lima Metropolitana decidió crear un servicio turístico donde los visitantes puedan apreciar su belleza e historia, al caer la noche, con otra perspectiva, que invite a todos a tener una experiencia única.
Este cementerio fue inaugurado en 1808 por el virrey José Fernando de Abascal, bajo la dirección del arquitecto, escultor y pintor vasco, Matías Maestro y constituyó el primer cementerio de carácter civil en América, tiempo después fue reconocido por muchas familias acomodadas de la época, que apreciaron la belleza, y ahora es destacado por ser la última morada de personajes importantes. Poetas, literatos, científicos, presidentes, héroes encontraron su ultimo refugio y donde a pesar de los años, sus actos los hicieron inmortales.
Lo que muy pocos saben
La Beneficencia de Lima, no solo creó este servicio turístico con la finalidad de mantener y cuidar al Presbítero Maestro, sino también que con los fondos recaudados se pueda ayudar y cuidar a niños y ancianos, a los cuales la beneficencia vela y protege.
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